Las comunidades de energías renovables son un nuevo modelo de producción descentralizada de energía que ha ido creciendo en Europa como parte de las estrategias de mitigación del cambio climático y de transición hacia sistemas energéticos más sostenibles. Impulsadas primero por la política europea y luego por la transposición de la legislación a nivel nacional en los distintos países, se consideran “una forma eficiente de gestionar la energía a nivel comunitario, consumiendo la electricidad que producen directamente para energía o para calefacción y refrigeración, con o sin conexión a los sistemas de distribución” (Directiva COM(2016)864).
El término comunidad es un concepto clásico de la sociología, creado por Tönnies (gemeinshaft) y desarrollado por Weber y Durkeheim, que se contrapone a la sociedad y se basa en los vínculos creados por las interacciones personales, con roles, valores y creencias basados en estas interacciones. Desde entonces, el concepto se ha utilizado habitualmente, con diferentes significados, en distintas ramas de la sociología.
En el caso de las energías renovables, el concepto de comunidad se refiere a un tipo ideal de ciudadanos que viven en estrecha proximidad y se unen para producir y consumir energía procedente de fuentes renovables. En la práctica, las comunidades de energías renovables pueden estar formadas por empresas u otros agentes colectivos y no por ciudadanos, pueden surgir de una iniciativa externa (de empresas, cooperativas u organismos públicos) y pueden implantarse sin ningún tipo de participación ciudadana.
Entonces, ¿Qué significa “comunidad” en las comunidades de energías renovables? Esta presentación pretende examinar las formas en que se define el término comunidades de energías renovables en tres países del sur de Europa: Portugal, España e Italia. ¿Quién cuenta como miembro de la comunidad? ¿Qué comunalidades tienen que existir? ¿Qué identidad colectiva se forma? Se basa en un análisis empírico de documentos (legislación, políticas públicas, documentos elaborados por empresas y organizaciones de la sociedad civil) y entrevistas con promotores y agentes clave de los tres países.